Oscar On martes, 10 de agosto de 2010

Me parece que la primera cosa que debemos enseñar a los adolescentes es que uno nace siendo feliz ni infeliz, sino que eso se aprende, pero esto se construye como una casita ladrillo a ladrillo, pero lo aprendemos y no siempre va a ser felicidad ni infelicidad pero se mantiene. Esta demás decir que en la vida no hay receta para la felicidad por que existen distintas felicidades y cada una la construye uno mismo, a lo mismo que se pueden escoger entre caminos que seguir y construirlo con destreza, dedicación, esfuerzo. No necesitamos conocer a una persona ciega para valorar y agradecer nuestra suerte de poder ver, así como una persona que no escucha y nosotros por escuchar también las personas que son paraliticas y no les sirven los brazos como nosotros por si poder hacerlo. Creo que estas pequeñas lecciones pueden servir para iniciar el estudio de la asignatura más importante de nuestra carrera de hombres que es la construcción de la felicidad.

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