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Cuentan que un pequeño vecino de un escultor entro una vez a su taller y vio un bloque gigante de piedra, que al cabo de dos meses regreso y vio que en el bloque había un caballo y le pregunto al escultor ¿cómo sabía usted que había un caballo dentro?
La frase del pequeño era bastante más que una gracia infantil. Porque la verdad es que el caballo estaba en realidad ya dentro de aquel bloque. El escultor no añadió ningunas piezas de caballo en vez de eso saco trozos de piedra para descubrir a aquel caballo, esto está vinculado con la educación, la palabra educar viene del latín educare que significa sacar dentro, ósea que vincula a los educadores que en vez de añadir cosas a los niños que enseñan deben sacar dentro de ellos el potencial que tienen para que no se parezcan a nadie que sean fieles a sí mismo y que hagan lo suyo no lo que hace el vecino por mas bueno que sea, uno es uno mismo y tiene que ser diferente a los demás si así lo es.
Los muchachos tienen razón cuando se revelan ante los que les impide seguir siendo como son y modelos exteriores, que es precisamente el trozo de bloque que les impide mostrar lo mejor de si mismos.